Se cumplen 20 años del acuerdo para la creación del primer MareNostrum

11 Marzo 2024

El Gobierno español e IBM firmaron en 2004 en la Moncloa el contrato de adquisición de la versión inicial del supercomputador, un año antes de la fundación del Barcelona Supercomputing Center

El 10 de marzo de 2004, el Gobierno de España e IBM firmaron en el Palacio de la Moncloa el acuerdo para el desarrollo de la primera versión del supercomputador MareNostrum. Esta alianza suponía la entrada de España en el ámbito de la computación de altas prestaciones y sentaba las bases para la fundación del Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), que se formalizaría un año después.

En los 20 años que han transcurrido desde la firma de aquel acuerdo, el BSC ha pasado de ser una institución emergente formada por unas pocas decenas de trabajadores a convertirse en el mayor centro de supercomputación de Europa, con una plantilla que se prevé que supere el millar de personas durante este mes de marzo.

Todo se inició en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), con la creación en 1985 de un nuevo centro de investigación en computación que utilizaría computadores paralelos. Era la semilla del Centro Europeo de Paralelismo Barcelona (CEPBA), que sentaría las bases del BSC, que se hizo realidad en 2005 gracias al encuentro de administraciones, en forma de consorcio, entre el Gobierno Español, la Generalitat de Catalunya y la UPC.

Un año antes, en 2004, llegó el acuerdo entre el Gobierno de España e IBM para la adquisición de MareNostrum 1 que, ese mismo año, sería reconocido como el cuarto supercomputador más potente del mundo según el ranking Linpack.

El primer MareNostrum se instaló en la emblemática capilla desacralizada de la Torre Girona, que albergó también las sucesivas versiones del supercomputador hasta la llegada, en 2023, del MareNostrum 5 que, por sus extraordinarias dimensiones, tuvo que ser ubicado en el sótano de la nueva sede del BSC, inaugurada dos años antes. De la primera a la quinta versión, la máquina ha multiplicado por 10.000 su capacidad de cálculo y ha evolucionado hasta convertirse en uno de los supercomputadores más versátiles del planeta gracias a su arquitectura heterogénea especialmente diseñada para ampliar las fronteras del conocimiento.

Transferencia de conocimiento a la sociedad

En torno a la potencia computacional del MareNostrum, el BSC también ha evolucionado hasta consolidarse como uno de los centros de investigación de referencia en España y Europa, siempre con el objetivo de devolver a la sociedad, a través de la transferencia de tecnología y conocimiento, todo lo que esta le ha aportado. Esto se demuestra con las casi 400 tecnologías creadas entre patentes (57), softwares (252), hardwares (25), metodologías (17) y datasets (47), además de las 41 colaboraciones bilaterales realizadas con empresas del sector privado.

Del BSC han surgido también algunas de las empresas emergentes más innovadoras del panorama tecnológico español, con una docena de spinoffs creadas durante estas dos décadas en ámbitos tan diversos como la creación de réplicas digitales de órganos humanos, el uso de ultrasonidos para detectar el cáncer de mama, la implementación de sistemas de seguridad en tiempo real para aviación y automoción, el desarrollo de soluciones para gestionar el impacto de los riesgos volcánicos o el diseño de procesadores de código abierto.

Estas empresas surgidas del BSC han sido capaces de generar 180 nuevos puestos de trabajo cualificados, de conseguir inversiones por un valor total superior a 25 millones de euros y de transferir 36 nuevas tecnologías diseñadas para solucionar problemas de la sociedad y mejorar la vida de los ciudadanos.