El BSC explora en un nuevo libro, escrito por el investigador Jordi Torres, el papel de la supercomputación como el gran impulsor de la IA, así como el potencial y límites que configuran la evolución de esta tecnología.
"La inteligencia artificial explicada a los humanos", publicado por Plataforma Editorial, ha sido presentado en el CCCB en un debate encabezado por el director del BSC, Mateo Valero
El nuevo supercomputador MareNostrum 5 del BSC tendrá una parte especialmente diseñada para avanzar en modelos de IA con más de 4.000 chips, cada uno de ellos con el doble de potencia que todo el MareNostrum 1
La inteligencia artificial está cambiando el mundo a un ritmo sin precedentes, impulsada por los avances en supercomputación, el desarrollo de nuevos algoritmos y la disponibilidad de grandes cantidades de datos. Este nuevo paradigma pone de manifiesto la necesidad de realizar una reflexión sobre los potenciales riesgos y desafíos asociados a la IA, así como también sobre las posibilidades y ventajas de la que ya ha sido considerada como la próxima gran revolución de la humanidad.
Comprender mejor esta inquietante y prometedora aventura en la que conviven humanos y máquinas es el objetivo del nuevo libro producido por el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y escrito por el investigador Jordi Torres, que ha sido presentado este el jueves en un acto celebrado en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) ante 400 personas.
La inteligencia artificial explicada a los humanos (Plataforma Editorial, 2023) es un trabajo que explica el funcionamiento y el impacto económico, social y político de esta tecnología de forma precisa y accesible para lectores sin conocimientos técnicos previos. El libro se plantea como una biografía de la IA que permitirá formarse una opinión y disponer de las herramientas necesarias para participar en un debate sobre los límites y riesgos de la IA, pero también sobre su gran potencial para encontrar nuevos enfoques que nos ayuden a resolver problemas complejos que hasta ahora eran difíciles de abordar.
En la presentación del libro en el CCCB, han participado el director del BSC, Mateo Valero, el director del departamento de Ciencias de la Vida del BSC, Alfonso Valencia, la directora del Centro de Investigación en Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos Inteligente (IDEAI-UPC), Karina Gibert, además del autor, Jordi Torres. Todos ellos debatieron sobre los caminos de esta evolución tecnológica acelerada y reflexionaron sobre los posibles escenarios de futuro en una conversación moderada por el periodista Pere Buhigas, que se enmarcó en los actos previos a la exposición 'Inteligencia artificial', producida conjuntamente por el BSC y el CCCB, que se inaugurará el próximo 18 de octubre.
La supercomputación y el papel del BSC en la revolución de la IA
El director del BSC ha subrayado la importancia de la supercomputación como el gran vector impulsor de la IA y el papel crucial que ha desempeñado el BSC en esta revolución. “Los chips, datos y computadores han sacado a la IA del invierno polar en el que se encontraba y eso está cambiando la manera de resolver problemas científicos. Los supercomputadores actuales que tenemos en el BSC disponen de más hardware orientado al desarrollo de sistemas de IA, lo que nos permitirá avanzar en investigaciones en las que la supercomputación, junto con la IA, sirven, por ejemplo, para prevenir y curar el cáncer de forma personalizada, o para estudiar y mitigar el cambio climático”, ha asegurado Valero.
El director del departamento de Ciencias de la Vida del BSC ha destacado cómo el aumento de la capacidad computacional y los datos masivos, en combinación con el conocimiento en biología, ha permitido alcanzar metas científicas que hasta ahora parecían lejanas. “El potencial de la IA para resolver problemas complejos depende de la calidad de los datos con los que la entrenas, y en eso consiste tanto su riesgo como su potencial. La IA, gracias a los datos y la enorme potencia de cálculo de los supercomputadores actuales, nos ha permitido avanzar en algunos campos en dos años lo que no habíamos conseguido en los últimos 30”, ha afirmado Valencia.
La directora del IDEAI-UPC ha insistido en la necesidad de desarrollar sistemas de IA que sean éticos, por lo que ha apelado a la deontología de los profesionales para controlar el mal uso de esta tecnología. “La IA no debe ser autónoma, no debe tomar decisiones por sí misma. Debe resolver problemas complejos pero las decisiones las tomamos las personas, que somos quienes diseñamos los métodos que implementamos a través de los algoritmos. A diferencia de lo que ocurre en EEUU, en Europa tenemos claro que debemos trabajar para diseñar sistemas de IA que respeten los principios éticos y los derechos de los ciudadanos”, ha apuntado Gibert.
Por su parte, el autor del libro ha indicado que la IA, como cualquier herramienta con este potencial, puede ser beneficiosa o perjudicial en función de quien la utilice y de los fines que tenga. “De lo que no cabe duda es que la IA está demostrando ser una herramienta insustituible para acelerar descubrimientos y ampliar las capacidades de razonamiento y creativas para abordar los grandes retos a los que nos enfrentamos como sociedad. Cuanto más sagaz sea la IA, más nos permitirá utilizar nuestro cerebro en nuevos campos, en nuevas tareas, persiguiendo nuevos límites y redefiniendo el concepto tradicional de inteligencia”, ha subrayado Torres.
MareNostrum 5 y la soberanía tecnológica europea
Uno de los temas que se ha destacado en el acto es la necesidad de Europa de crear sus propias IA generativas, aquellas que generan imágenes o texto, como el ChatGPT, para no depender de las grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley. Para ello, es imprescindible aumentar la capacidad computacional de Europa con superordenadores de última generación como el MareNostrum 5, que actualmente se está acabando de instalar en el BSC.
La quinta versión del MareNostrum es una máquina con distintas arquitecturas computacionales, incluyendo una partición denominada acelerada que está especialmente diseñada para avanzar en modelos de inteligencia artificial y aprendizaje profundo. Un ejemplo para entender la apabullante evolución de estos supercomputadores en las últimas décadas es que cada uno de los 4.480 chips de última generación que forman parte de la partición acelerada de MareNostrum 5, con un tamaño inferior a 10 cm2, tendrán el doble de potencia que todo el MareNostrum 1 instalado en 2005, que ocupaba toda la capilla de Torre Girona, unos 160 m2, y era en aquellos momentos el cuarto más rápido del mundo.
MareNostrum 5 se añade a Lumi (Kajaani, Finlandia) y Leonardo (Bolonia, Italia) como los únicos tres supercomputadores a gran escala europeos. Una cifra que los expertos del BSC consideran insuficiente para avanzar en la soberanía tecnológica de Europa en materia de IA, dada la alta demanda de uso por parte de científicos y empresas. “Si queremos tener soberanía europea en el desarrollo de la IA, necesitamos aumentar la capacidad de supercomputación a gran escala a nivel europeo. Y, además, diseñar y fabricar chips europeos para crear estos supercomputadores con tecnología propia y no depender, como ocurre en este momento, de empresas no europeas”, ha indicado Valero.