Los avances del siglo XXI pasan por los centros de supercomputación

01 August 2016

El reciente y mediático descubrimiento de las ondas gravitacionales se produjo gracias a la avanzada tecnología de los detectores gemelos del Observatorio por Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO, por sus siglas en inglés), ubicados en EE.UU, pero no se habría podido materializar sin los cálculos que realizaron instalaciones como el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS).

El único grupo de investigación español implicado en ese gran descubrimiento, perteneciente a la Universidad de la Islas Baleares, lleva años realizando simulaciones numéricas aprovechando la potencia de cálculo del superordenador más potente de España, llamado MareNostrum, la joya de este centro barcelonés, situado dentro de una antigua capilla en la Torre Girona, junto al Palacio Real de Pedralbes.

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