Algunos recuerdan con cierta nostalgia aquellos Sónar de los noventa, en los que la asistencia de público no era tan masiva y la selección, dicen, tocaba multitud de géneros y formatos. En aquellos días el festival llevaba bien en grande el sobrenombre de “música avanzada”. Sin embargo, si uno explora el amplio programa que han realizado para este año puede encontrar propuestas de todo tipo: esculturas sonoras, experimentación neuronal, instalaciones arquitectónicas, exposiciones de instrumentos, gaming inmersivo o recorridos por certamenes de animación . Aquí tienes un resumen con diez de esas actividades, enmarcadas dentro de Sonar+D, una especie de meeting point donde se desarrollan las diferentes alianzas entre música, creatividad y tecnología de Sonar.
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