El Acuerdo de París intenta limitar el incremento de temperatura a dos grados y a 1,5 si es posible, para reducir las catastróficas consecuencias a largo plazo
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) estima que el planeta podría llegar a la barrera de los 1,5 grados de calentamiento global antes del año 2024 con respecto a los niveles preindustriales (1850-1900). Según las predicciones climáticas emitidas por este organismo, existe un 20% de probabilidades de que esto ocurra, lo que podría comportar graves consecuencias a largo plazo (tormentas más intensas, derretimiento de los glaciares, huracanes más peligrosos, etc.).
El Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC) ha participado en la Actualización del Plan Global del Clima Anual a Decenal, de cuya elaboración se encarga la Oficina Meteorológica del Reino Unido (Met Office) y cuenta con contribuciones de centros de modelización climática de diez países. El documento ya sitúa la temperatura promedio de la Tierra en un grado más elevada que en la época preindustrial. Los últimos cinco años han sido los más cálidos desde que existen registros.
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, opina que es crítico limitar el incremento de la temperatura a dos grados, y a 1,5 grados en la medida de lo posible, para reducir al máximo las consecuencias catastróficas para la Tierra a largo plazo. “Este estudio muestra el enorme desafío que tenemos por delante para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático de mantener un aumento de la temperatura global en este siglo inferior a dos grados por encima de los niveles preindustriales y dedicar esfuerzos para tratar de impedir que la temperatura aumente más de 1,5 grados", comenta Taalas.
Esta Actualización del Plan Global del Clima Anual a Decenal ofrece una proyección climática para los próximos cinco años y se actualizará anualmente. Para ello, los investigadores del clima utilizan recursos computacionales de superordenadores de sus países con los que pueden producir las mejores simulaciones climáticas, que después se entregan al sistema de coordinación de la OMM.
El BSC ha participado en esta actualización con sus predicciones climáticas globales multianuales realizadas con el modelo comunitario EC-Earth. Estas predicciones se llevan a cabo en el superordenador MareNostrum 4 y utilizan la experiencia desarrollada en los últimos años en el BSC.
Francisco Doblas Reyes, profesor ICREA y director del departamento de Ciencias de la Tierra del BSC subraya que “este nuevo instrumento que los centros de investigación climática ponen a disposición de los gobiernos y la sociedad a través de la OMM representa una oportunidad para ilustrar la importancia de la necesidad de considerar la adaptación al cambio climático a corto plazo, de abordar el reto de la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la importancia de la colaboración internacional para satisfacer las necesidades de información climática. El BSC intenta abordar estos requisitos con su investigación orientada a las necesidades de la sociedad”.
Los modelos de pronóstico tienen en cuenta las variaciones naturales, así como la influencia humana en el clima, para obtener las mejores predicciones posibles de temperatura, lluvia, patrones de viento y la evolución del sistema climático para los próximos cinco años. En cambio, no se han tenido en consideración los cambios producidos en las emisiones de gases de efecto invernadero y aerosoles durante el confinamiento a causa de la pandemia de la COVID-19, aunque su impacto a escala global se estima poco relevante. La pequeña influencia de la pandemia en el sistema climático ofrece una medida del reto que implica abordar las limitaciones de temperatura global en las próximas décadas.
Adam Scaife, responsable del departamento de Predicciones a largo plazo de la Met Office, cree que “a medida que aumenta el cambio climático provocado por el hombre, es cada vez más importante que los gobiernos y los encargados de tomar decisiones comprendan los riesgos climáticos actuales con una actualización anual”.
Aspectos destacados
- Es probable que la temperatura mundial anual supere por lo menos en 1 °C los niveles preindustriales (que corresponden a la media del período 1850-1900) en cada uno de los próximos cinco años, y es muy probable que ese aumento oscile entre 0,91 y 1,59 °C.
- La probabilidad de que, durante los próximos cinco años, haya uno o varios meses con una temperatura por lo menos 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales es del ~70%.
- Hay una probabilidad del ~20 % de que la temperatura de uno de los próximos cinco años supere en por lo menos 1,5 °C los niveles preindustriales, pero esa probabilidad se va incrementando con el paso del tiempo.
- Es extremadamente improbable (~3 %) que la temperatura media de los cinco años correspondientes al período 2020-2024 supere en más de 1,5 °C los niveles preindustriales.
- En el período 2020-2024, es probable que la temperatura de prácticamente todas las regiones, salvo en partes de los océanos meridionales, sea más cálida que en el pasado reciente.
- En el período 2020-2024, es probable que en las regiones situadas en latitudes altas y en el Sáhel se produzca un aumento de la precipitación con respecto al pasado reciente, mientras que en las zonas septentrional y oriental de América del Sur es probable que las condiciones sean más secas.
- En el período 2020-2024, las anomalías de la presión a nivel del mar sugieren que en la región septentrional del Atlántico Norte los vientos del oeste podrían intensificarse y ello podría suponer un incremento de la actividad tormentosa en Europa occidental.
- En 2020, es probable que la temperatura de amplias zonas terrestres del hemisferio norte supere en más de 0,8 °C el valor del pasado reciente (que corresponde a la media del período 1981-2010).
- En 2020, es probable que el Ártico se haya calentado más del doble que la media mundial.
- El cambio en la temperatura menos significativo se espera en los trópicos y en zonas de latitudes medias del hemisferio sur.
- En 2020, es probable que en muchas partes de América del Sur, África meridional y Australia las condiciones sean más secas que en el pasado reciente.