Las administraciones destacan la importancia de los datos para gestionar la crisis climática

29 Marzo 2021
El BSC, AEMET y el Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus organizan un evento virtual para analizar el desafío y la necesidad de información que supone el cambio climático en España, con especial atención a los casos de Barcelona y Valencia.

Aprender a utilizar los datos sobre el clima resulta fundamental para tomar decisiones que nos permitan adaptarnos al cambio climático y mitigar sus efectos. Con ese objetivo, el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), el Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus y la Agencia Española de Meteorología (AEMET) organizaron las jornadas ‘C3S: Retos y soluciones en España’, que se celebraron de manera virtual los pasados 24 y 25 de marzo. En el evento, ministros, alcaldes, expertos y representantes del sector privado debatieron sobre los desafíos y las necesidades de información que supone el cambio climático y pudieron descubrir las herramientas que ofrece el servicio C3S, con especial atención a las orientadas a los sectores del agua y la energía, así como a los extremos climáticos.

En la sesión de apertura, el director del Departamento de Ciencias de la Tierra del BSC-CNS y profesor ICREA, Francisco Doblas-Reyes, destacó la importancia del encuentro para concienciar sobre los nuevos recursos que el C3S pone a disposición de la sociedad española para la generación de información climática relevante. Doblas-Reyes calificó estos recursos como “únicos y tremendamente valiosos para la implementación de las políticas de transición”, y añadió que ofrecen oportunidades para un nuevo mercado de servicios medioambientales que generarán puestos de trabajo.

En la misma línea se manifestó la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que subrayó la importancia de disponer de la mejor información científica del clima, basada en la observación, el análisis y la predicción de los escenarios posibles de evolución, “para conocer, entender y trabajar para una sociedad más fuerte y más segura frente a las vulnerabilidades que implica un clima cambiante”.

El big data, fundamental en la adaptación al cambio climático

La capacidad de recopilar e interpretar la enorme cantidad de datos complejos (big data) sobre el clima a largo plazo se revela por tanto como una herramienta fundamental para entender si fenómenos meteorológicos excepcionales recientes, como la borrasca Filomena que azotó a España el pasado enero, pueden considerarse eventos aislados o indicadores de importantes cambios de las condiciones climatológicas del planeta.

“Los datos que ofrece C3S ayudan a adaptarse y dar una respuesta a fenómenos globales, y por tanto garantizar la salud y la seguridad de los ciudadanos”, aseguró el ministro de Ciencia, Pedro Duque, que destacó la finalidad ciudadana del programa Copernicus, “al poner la tecnología al servicio de la sociedad”. En su intervención, Duque incidió en el compromiso de España en la lucha contra el cambio climático “al ser una región muy vulnerable a sus efectos por el riesgo de desertificación y el aumento de la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos”.

Entre las zonas especialmente vulnerables se encuentra el área mediterránea. Ciudades como Barcelona y Valencia están entre las más expuestas de Europa a fenómenos como olas de calor, inundaciones, tormentas o sequías, que serán cada vez más frecuentes y podrían alterar las zonas costeras y algunas áreas especialmente sensibles. En este contexto, la información climática es imprescindible para hacer frente a los desafíos del cambio climático y adaptar estas urbes y su entorno a las adversidades presentes y futuras.

El papel de las ciudades en la lucha contra el cambio climático

A este respecto, los alcaldes de Barcelona y Valencia, Ada Colau y Joan Ribó, subrayaron el papel fundamental de las ciudades en la gestión de la crisis climática. Al concentrar gran parte de la población, las grandes urbes son los principales focos de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y en el caso del área mediterránea, además, son zonas con un gran impacto potencial de los extremos climáticos.

Colau señaló que el cambio climático “es uno de los mayores retos al que se enfrentan las sociedades modernas, no solo para las generaciones futuras, sino ya en el presente”, por lo que la lucha para mitigar sus efectos es una de las prioridades de su gobierno municipal. Una de las primeras medidas de su actual mandato, recordó, fue la declaración de emergencia climática en Barcelona y actualmente el consistorio trabaja con el objetivo de reducir las emisiones hasta un 50% en 2030 respecto a las de 1992, lo que conlleva “medidas de planificación en todos los ámbitos de la ciudad”.

Por su parte, Ribó insistió en la importancia de contar con estrategias de adaptación y mitigación que permitan hacer frente al desafío social y económico que representa el cambio climático. El alcalde recalcó la situación de Valencia como ciudad litoral, donde humedales como el de la Albufera se ven afectados por el aumento de la demanda hídrica local y por los episodios de sequía e inundaciones, que incrementan la vulnerabilidad del sistema de explotación del agua. “Para los nuevos problemas no sirven las soluciones viejas”, afirmó Ribó, que subrayó que las políticas públicas deben incorporar datos proporcionados por servicios como el C3S para poder ser realmente eficientes.

Tecnología para tomar decisiones que reduzcan los riesgos climáticos

Las herramientas tecnológicas que desarrolla el C3S permiten acceder, de manera gratuita, a indicadores de calidad, uniformes y fáciles de entender, utilizar e intercambiar, basados en el procesamiento masivo de datos meteorológicos. Esto permite a los actores implicados en la lucha contra el cambio climático disponer de información que les permita entender mejor las condiciones medioambientales, tomar decisiones más eficientes y definir planes eficaces para reducir los riesgos climáticos.

La necesidad de frenar el calentamiento global y sus efectos climáticos adversos es urgente. Según los datos publicados por el C3S, 2020 fue el año más cálido de la historia de Europa y cerró un decenio con temperaturas excepcionalmente elevadas en el territorio europeo. “Los próximos cincuenta años serán claves para contrarrestar esta tendencia al calentamiento del planeta y para ayudar a las regiones más vulnerables a hacer frente a este importantísimo reto”, concluyó el director del C3S, Carlo Buontempo.

 

Puedes recuperar el streaming de las jornadas en los siguientes enlaces: